Entrevista a Yellow Big Machine


«El objetivo de este disco es poder sacar otro»

 

Este sábado los bilbotarras Yellow Big Machine (aka la Yellow) dieron un concierto de presentación de su nuevo LP, ‘Here Comes the Big Fun’. Compartiendo escenario con Educados, que fueron elegidos como la mejor banda Villa de Bilbao 2013. Los chicos de la Yellow hicieron honra al nombre del disco y dieron un bolo divertido a más no poder. Hubo de todo, desde Pablo pisándole fuerte al feedback, Rober dando cabezazos a la batería (uno de ellos resultó en lesión, aunque nada grave), bailecitos de Sergio y hasta Álvaro jugando a ser Thurston Moore. Aunque a Sergio le dolieran algo los dedos y un cable de Pablo no funcionara del todo bien, no hubo más impedimentos para tener a toda la pista saltando con los ritmos y riffs de Wind & Sea y de Under the Rainside, canciones de su etapa masona con las que cerraron el espectáculo. También hubo tiempo para que todos cantáramos Jenny is on the Line.

Yellow despedida
La Yellow en el Bilborock el sábado 5 de Abril

Pero antes de ello tuve la suerte de poder tomarme algo con ellos y preguntarles algunas cosas.

 

P: Habladme un poco de la grabación del disco, el baserri…

 

Rober: Nosotros teníamos claro que íbamos a autoproducirnos el disco, y que lo íbamos a hacer con Aingeru. Con el primer disco nos fuimos hasta Cádiz, pero este lo íbamos a hacer aquí. Aingeru se puso a investigar dónde grabarlo, porque lo íbamos a hacer en navidades y en nuestro local hacía mucho frío. Queríamos una experiencia de grabación continua. Y Aingeru consiguió un baserri (caserío), de dos amigos que lo tenían libre y nos lo dejaron dos semanas.

Pablo: Aingeru nada más llegar empezó a microfonearlo todo, a encontrar los lugares que mejor sonaran, etc.

Rober: Álvaro consiguió dos toneladas de madera de roble para quemar… Los baserritarras pincharon la luz del baserri…

Sergio: Y nos llevamos 200 euros de yerba, pero eso no lo pongas.

Rober: Nos encerramos ahí, a las faldas del Gorbea, en la Bizkaia profunda… Y tuvimos que poner estufas en todos lados, y una estufa especial para la batería, que tenía que estar siempre calentando para que no se desafinara. En cada habitación había una cabina de grabación y en el salón y en la cocina era donde hacíamos la vida. El que estaba grabando era Dios, y los demás de mientras hacían la vida habitual de baserri… Ir al corral a por los huevos, recoger la cocina… Y hacer café.

Álvaro: El proceso de autoproducirse y autoeditarse tiene inconvenientes, pero también sus ventajas, porque ves cómo se hace el disco, y estás dentro en todo momento. Tú te lo guisas y tú te lo comes. Aprendes muchísimo haciéndolo. Hoy en día puedes tener capacidad de seguir sacando discos y seguir dando conciertos si tú llevas el control, sin necesidad de una gran producción, distribución, etc. Y al final es mucho más divertido.

 

P: ¿Ya os dio tiempo en 15 días a grabar un disco entero?

Rober: En esos 15 días no mezclamos el disco, solo grabamos las tomas. Teníamos un calendario en el que salía cuándo tenía que grabar cada uno su instrumento incluida la voz, todo muy apretado. Era una tabla con las 13 canciones y todos los instrumentos, y poco a poco se iban llenando. Pero teníamos que darnos prisa para aprovechar el sonido del baserri, porque era todo de madera de roble de cinco siglos y terminamos justo a tiempo.

Álvaro: Y lo editamos en Enero. El disco anterior lo grabamos, lo editamos y lo masterizamos en Paco Loco en 7 días. Fuimos a Cádiz sin nada y volvimos con un disco debajo del brazo escuchándolo en el coche en el viaje de vuelta.

Rober: Para este han sido 15 días de grabación, 1 mes de mezclas, 2-3 días de master…

Sergio: Cuanto más obviamente mejor, seguramente Bruce Springsteen para grabar un disco llega al estudio y no tiene nada hecho. Se tira sus 6 meses en el estudio y ahí compone y hace todo. Nosotros no tenemos esos medios. Acabas de grabar algo y dices: «Me podría haber salido mejor», pero cada uno tiene sus posibilidades y tenemos que grabarlo en un periodo de tiempo.

Álvaro: Los estudios de grabación son unos cometiempos. Yo personalmente, que no me dedico a esto, prefiero vomitarlo todo y que sea lo que dios quiera, que no estar «Vamos a poner esto aquí, a ver si queda mejor, vamos a…» Son chorradas.

Rober: Pero al final andamos bien de tiempo. Algunas baterías están dobladas, porque a mí me sobró tiempo para grabar, entonces Aingeru me iba recomendando cosas para conseguir otro sonido, a ver qué tal quedaba.

 

P: ¿Os sentís más libres a la hora de crear produciendoos vosotros mismos que si hay alguien de por medio?

Álvaro: Es una de las razones por las que este disco lo hicimos con Aingeru. La última vez que fuimos a Paco Loco sabíamos también adonde íbamos. Nos producían el disco pero sabíamos quién lo hacía. Ahora lo hacemos con Aingeru porque la figura del productor no nos convence.

Sergio: El productor es como tu jefe, y puede ser un tocahuevos. No has escuchado ni las canciones y ya me estás diciendo lo que tengo que hacer. Esa gente es la que no quieres tener a la hora de hacer un disco. Pero con Aingeru, que es alguien de confianza, le podemos mandar a tomar por culo.

Rober: El disco está producido de manera conjunta, Aingeru es uno más del grupo y cada uno va proponiendo cosas. Muchas veces acierta. Ha cogido canciones, por ejemplo la de Come On, que les ha dado la vuelta completamente y han quedado genial. Come On es prácticamente de él. Incluso ha tocado el sinte para ella.

Álvaro:Y lo que pasaba en los 70, y sigue pasando hoy en día, es que un productor te puede decir «Este cacho no, este cacho va fuera» Y te tienes que joder, porque es lo que el diga. Tienes que hacerlo con alguien con el que tengas confianza, si te vas a un sitio, por muy bueno que sea el sitio, si el productor es un capullo… Te jode el disco.

Rober: Entonces es la autoproducción lo que más libertad te da. Nos lo pagamos nosotros y hacemos lo que queremos.

Pablo: Y al final cogimos a Aingeru porque era el que mejor conocía el sonido de la banda y no iba a hacer falta mandarle a tomar por culo.

 

Fiebre Amarilla Records, el sello de la Yellow
Fiebre Amarilla Records, el sello de la Yellow

P: Con los tiempos que pasamos, el underground musical está en alza, sobre todo algún tipo de sonido alejado de lo convencional como el psicodélico. Muchos grupos dicen que tocan ese estilo porque choca. ¿Creéis en eso?

Álvaro: Te voy a ser sincero. Nos gustaban a todos los noventa (menos a Rober, que no le gusta la música, le gustaba tocar) y al principio copiabamos directamente lo que oíamos. Sonic Youth, Pavement, Yo La Tengo… Y pasa un tiempo y piensas que ya no es tanto que lo estés copiando, sino que te has visto influenciado por más cosas y vas olvidando a tus referentes a la hora de crear. Creo que las tendencias en el mundo underground van un poco de arriba a abajo. Por ejemplo, en los 90, que había un rollo disuelto (todo el shoegaze), llegaron los Strokes y cambiaron todo. Empezó a estar en alza el indie, y a todo el mundo le gustaba. Y unos años después se puso de moda el rollo electrónico. Pero la gente forma grupos porque quiere imitar el sonido de sus grupos favoritos, luego depende de cómo evolucionen y creen el suyo propio.

Rober: Sí que es verdad que con la situación que vivimos surge mucha más cultura underground, no sé si de apariencia o de actitud, pero sí que sale mucha más autoproducción, porque no tienen otra manera de hacerlo. Antes en cuanto podías fichabas con alguien, pero la gente ya no quiere. Las discográficas te venden los 360 grados y no se arriesgan con cualquiera, y no todos los grupos pueden entrar a una de ellas. Entonces la gente va viendo que la autoproducción es la manera más cómoda de hacer todo, hacer lo que a ti te gusta y que no se rían de ti.

Álvaro: El underground ya no es un sonido. El underground ahora es la forma de funcionar.

Sergio: Tú tocabas en tu garaje y si eras bueno y eras algo novedoso venían y te fichaban, pero como ahora no existe esa novedad, tienes que salir tú a la puerta de tu garaje.

Pablo: La psicodelia por todo lo que ha significado, es una tendencia que sí que está en alza con las crisis, etc, porque representa todo eso de salir de la realidad, despegarte y hacer un sonido que se abstrae de toda la situación que vives, como si fuera una evasión. Nosotros en épocas anteriores sí que hemos experimentado por la psicodelia. Todo lo que nos inspiraba de los 90, Sonic Youth, Nirvana, igual te cantaban una gilipollez pero la llenaban de rabia. Lo más psicodélico que veo en nuestra música es que de repente hagamos una canción de amor. Desde luego no nos podemos catalogar como un grupo hardcore cantando lo que cantamos.

P: En vuestra primera etapa se respira mucho el guitarreo a lo Thurston Moore, sobre todo en Peter, la etapa masona es otro rollo distinto… ¿Cómo definiríais a el nuevo disco?

Álvaro: Es un disco muy difícil de catalogar, en la cara A están los nuevos Yellow y en la cara B los viejos Yellow. Las dos últimas canciones son un poco la mezcla de ambos.

Rober: Dentro de nuestra historia es una evolución del UPI APA.

Álvaro: Me vais a matar, pero tiene cosas de soul, tiene cosas muy pop, tiene cosas de los 90 (Pablo: ¡Glam!), cosas hardcoretas, y con toda esa mezcla es algo más Yellow y nos sentimos mucho más identificados que con lo que hacíamos antes.

Rober: Sigue siendo música de las 90 pero con cosas que se les han ido pegando. Estamos en un momento de ebullición, llevamos 5 años con el grupo y hemos acabado un poco hartos del primer disco, entonces queremos romper con eso y hacer algo distinto.

Pablo: Antes nos definíamos como hardcore y ahora lo tenemos prohibido.

Rober: Con decirte que el nuevo disco se lo pongo a mi familia te lo digo todo.

P: Hay muchos nazis de la música, que cree que todo el sonido indie, al hacerlo gente en su garaje sin mucho «virtuosismo», es algo que lo puede hacer cualquiera. ¿Qué opinais de esto?

Álvaro: No somos músicos. Yo aprendí a tocar la guitarra en mi casa. Y todos esos grupos de garage… ¿Cómo se crearon? Tenían buen gusto musical pero no tenían técnica musical, y la técnica la descubrieron con su gusto. Y eso te deja un abanico de posibilidades para hacer muchas cosas distintas. Los Ramones no sabían tocar, pero ¿quién se atreve a decir «Yo puedo hacer eso, si son cuatro acordes mal tocados»? Venga, suena como los Ramones, a ver si puedes. Lo mismo con Nirvana. Aunque al final todos llevamos un nazi dentro. Yo también soy muy nazi con algunos grupos.

Rober: Hay mucho racismo musical. El que sea muy técnico, muy buen músico y que sea muy fiel a un estilo,  los grupos indies que son gente autodidacta les pueden tirar para atrás, porque oirá las cosas desafinadas, no las llegará a entender; mientras que otra gente sí. De todos modos, la música que nosotros hacemos no es algo que se haga en tres minutos, es algo que tiene mucho trabajo por detrás. Que te guste o no es otra cosa.

Álvaro: Por ejemplo, Sonic Youth lo que aportó fue, como no sabían tocar, experimentar con afinaciones abiertas. Para no aprenderse los acordes, afinaban la guitarra para que poniendo los dedos en una posición sonara bien. Y buscaban la combinación entre las dos guitarras, que es algo muy complejo. Esa forma de tocar, aunque no fueran virtuosos, no la puede hacer cualquiera, ponte tú a hacer eso.

P: ¿Creéis que Bilbao es una ciudad indie en la que el underground sea una escena importante?

Álvaro: Sí, Bilbao siempre ha tenido una escena underground bestial, recomiendo el documental 160 metros, una historia del rock en Vizcaya. Desde los grupos punk de los 80 hasta la época del Getxo Sound. En Bilbao siempre ha habido grupos de todos los estilos en la escena underground. No es Madrid, no es Barcelona, ya; pero si te vas a Galicia, por ejemplo, te encuentras unos grupos de garaje acojonantes. Y son 40 que se conocen entre ellos.

Rober: Yo ahora en Bilbao veo que hay muchos grupos punteros en el underground, Eneko Mobydick, Señores… Son grupos que se están autoproduciendo y que tienen mucho por decir. Pero sí que falta en Bilbao y en los alrededores más circuito de salas y de locales que apuesten por eso. Los bares últimamente están teniendo mucho problemas para llevar a grupos, ahora existen leyes que antes no habían. Hay muchas más restricciones. Ahora en Bilbao, ¿a qué salas puedes ir?

Falta circuito, pero público sí hay.

P: ¿Os veríais tocando en un festi grande, como aquí cerca puede ser el BBK Live?

Rober: En el propio grupo no hemos encontrado acuerdo respecto a eso. Tocaríamos en el BBK Live depende de las condiciones que nos pongan. El grupo va afrontando las cosas según les va viniendo. Cuando nos inviten a un festival lo decidiremos, pero aún no tenemos una postura fija.

Álvaro: La industria de los festivales y la musical en general es un lobby. Si eres bueno y llegas a mucha gente acabas tocando en un gran festival, pero si eres un grupo mediocre y no estás en la red oficial, a la gente no le interesa que toquen en el Primavera, o en el BBK, a no ser que te lo curres y llegues a mucha gente. Por ejemplo, los Arctic Monkeys, era un grupo pequeño, pero gustaba a tanta gente que no quedaba más remedio que se abra a ese circuito de grandes festivales. Pero esto está todo muy relacionado con la gente que conoces. Para tocar en el Primavera igual te rechazan cuatro años y llega un día en el que alguien de los que maneja es conocido tuyo e igual te ponen a tocar  a las cuatro de la tarde en el escenario más cutre que tengan y con las peores condiciones. Lo malo es que todo eso está yendo cada vez a más.

Rober: Nosotros hemos creado nuestro propio sello discográfico, Fiebre Amarilla Records… Porque los festivales van con paquetes de grupos. Una discográfica vende un paquete de 7 grupos que tocan en todos los festivales…

Álvaro: El Primavera Sound tiene un contrato con All Tomorrow’s Parties y con el Pitchfork festival, y traen a las bandas que actuan en ambos, que ocupan casi todo el cartel. Casi todo bandas americanas e inglesas que vienen aquí a hacerse el Agosto como quien dice. Y es lo que se presenta como la tendencia. Luego meten algún grupo local como Love of Lesbian o Standstill, pero son círculos que están negociados. Los que salen en Pitchfork actúan en todos los festivales del mundo.

Pablo: Es un lobby, nosotros estamos totalmente fuera de eso.

Álvaro: Aunque a mí me fliparía tocar en un Primavera Sound o en un BBK Live, más que nada por el acceso que tienes y por las comodidades. Yo me prostituiría, sí. Este año van al BBK Parquet Courts, que me ha llamado la atención porque son un grupo flipante pero no creo que vaya nadie a verles, además no creo que les pongan a las 9 de la noche. Les van a poner a las 6 de la tarde y en el segundo escenario. Aunque es una oportunidad.

P: ¿Qué tal véis el tema de las discográficas hoy en día viendo todas las buenas bandas que han salido solo a través de bandcamp, por ejemplo?

Álvaro: La música se ha democratizado. La gente que tocaba en los 60, en los 70 era muy buena, pero tocaba poca gente. Y ahora bandcamp y todas las posibilidades que existen dan la oportunidad de existir a gente que antes simplemente no lo habría hecho.

Rober: Se ha transformado todo. Por nuestra parte, no avalamos ni nos parece respetable lo que están haciendo las discográficas hoy en día. Ahora las discográficas te hacen firmar unos contratos que hacen que el grupo como tal pierda toda su esencia y que pase a estar al margen. Además, las condiciones de esos contratos son pésimas.

Álvaro: La gente intercambia tocar en los sitios que molan por ceder todo a la discográfica. Se quedan tu master, tus derechos, los beneficios de las ventas de discos… De un disco que además has pagado tú.

Rober: Y además las bandas no obtienen beneficios de los discos a partir del disco 1000. Y  la gente que no ha indagado en los medios de autoproducción o en los circuitos underground, acaban cogiendo eso, para que las discográficas les den «prestigio». Pero se están aprovechando de eso, es la única forma que han encontrado de sobrevivir en esta época de crisis, porque ya no se venden discos.

Álvaro: Es patente que no nos vamos a hacer millonarios con esto, pero nos mola y ya está. ¿Dedicarte profesionalmente? Nos da para cubrir gastos y beneficios para poder seguir haciéndolo. Con esto no ganamos nada más que pasárnoslo bien.

Rober: El objetivo de este disco es poder sacar otro. Y pagarle a Aingeru, que está sin cobrar.

 

P: ¿Por qué un videojuego para promocionar el single? ¿A quién se le ocurrió?

Rober: Hemos cuidado todas las partes de este disco, la parte de la producción también. Yo tengo una empresa de foto y animación con otra chica, Curruscu. Nos hemos encargado de la campaña de promo, la portada… Hemos sacado un vídeo de cómo hicimos la portada… Y el colofón iba a ser un videoclip que adelantase un single. A m compañera se le ocurrió la idea de un videojuego y nos pareció perfecta. Sacamos el single pero tenías que pasarte el videojuego para poder disfrutarlo. Y ha sido la parte más llamativa de toda la promo del disco. Ha tenido mogollón de éxito, hemos salido en la radio dos veces…

Álvaro: Realmente es lo que pasa: La música nos importa una mierda, pero qué guapo es el videojuego. Y con la excusa salimos en la radio.

Pablo: El videojuego es una crítica al tiempo que pasamos alienados con el móvil. Es una crítica y una aportación a la vez.

 

La Yellow con el ganador del videojuego The Big Fun, Guillermo Cerero. Que se llevó un vinilo dedicado.
La Yellow con el ganador del videojuego The Big Fun, Guillermo Cerero. Que se llevó un vinilo dedicado.

P: ¿Tenéis algún sueño como banda?

Sergio: Yo quiero tocar en un sitio con 3.000 personas. O 4.000 ó 5.000 ó 20.000. Véase un festival, véase un pueblo con 20.000 personas en un concierto. No por el hecho de darnos a conocer ni nada de eso, sino por probarnos a nosotros mismos a ver si somos capaces de hacer algo de ese tamaño. Al final nunca sabes hasta donde te lleva esto. No sabíamos cómo reaccionaríamos. Si hoy petamos Bilborock y hay 500 personas que les mola… ¿Por qué no le puedo molar a 5.000? Mientras disfrutemos con esto, sacando discos y llegando a la gente, es todo más que suficiente.

Rober: La ilusión del grupo es salir de Bilbao. Aquí somos un grupo local, hemos tocado en todos los locales, pero nos molaría ir a Oviedo, Barcelona, Madrid, nos gustaría probarnos en otras ciudades. Aquí tenemos un muro y queremos romperlo con este disco.

Sergio: Es dar el siguiente paso, saber dónde estamos y dónde nos pone la gente. Hoy nos sentimos valorados. Hace cinco años no os conocíamos y hoy estáis con nosotros. Eso es una mejora.

Álvaro: Aunque también es difícil desencasillarte,

Rober: O al revés. Si cambias tu estilo y a la gente no le gusta te pueden decir «Ya no sabéis qué hacer» u «¡Os habéis vendido!» ¿¡A quién!?

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